Según la OMS, la depresión es un trastorno mental frecuente. Se calcula que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo. ¿Cómo superar la depresión? Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave se pueden necesitar medicamentos (psicofármacos) y psicoterapia profesional.

Se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.

Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos puede llevar al suicidio.

Esos datos son las generalidades extraídas de la web de la Organización Mundial de la Salud. Escalofriantes: 300 millones de personas en el mundo son muchas personas. La depresión está tan extendida que ya no resulta desconocida, aunque todavía hoy resulta en muchas ocasiones incomprendida.

Superar una depresión sin ayuda profesional no es imposible, pero sí es complicado. Si la depresión es grave es necesario acudir a un profesional de la salud mental. Muchas veces cuando nos encontramos mal, tardamos demasiado en ir al médico o al psicólogo. Pero de todas formas nunca es tarde para hacerlo.

Existen algunas teorías neurobiológicas sobre la depresión. Se han encontrado diferencias en el tamaño de varias estructuras cerebrales. También se han encontrado evidencias de la relación entre la microbiota y la depresión. La genética también puede estar relacionada con el riesgo de sufrir depresión. También se está investigando en la teoría de que la depresión pueda tener una base inflamatoria. Son factores muy complejos e interesantes relacionados con la investigación.

Hay publicaciones bastante reveladoras. Pero de lo único que tenemos certeza a día de hoy es que no se conocen al 100% las causas de la depresión ni existe un tratamiento farmacológico eficaz en el 100% de los casos para curar el 100% de las depresiones. Tampoco se sabe al 100% por qué algunas depresiones se convierten en crónicas. Queda mucho por investigar. Por eso la terapia psicológica es tan importante.

 

Cómo superar una depresión

Si hacemos una búsqueda en internet nos saldrán miles de “recetas milagro rápidas e infalibles” que son falsas y no funcionan. Cuando nos fracturamos un brazo la única manera de recuperarnos es dar tiempo al hueso a que se recupere en la dirección correcta; lo mismo ocurre con la depresión. La depresión necesita una dirección correcta y un tiempo para marchar. Pero no todas las fracturas de hueso son iguales, ni todas las depresiones son iguales.

En ambos casos, eso sí, se necesita un tiempo para sanar. Y, de la misma forma que si no dejamos al brazo recuperarse bien y hacer la fisioterapia adecuada podrían quedar secuelas, si no dejamos que una depresión se trate y se recupere bien (utilizando la terapia adecuada) es complicado superarla.

No debemos confundir una depresión con un estado de ánimo bajo o con estar atravesando una mala racha. El estado de ánimo bajo y las malas rachas forman parte de la vida. Siempre digo lo mismo: somos seres humanos, no somos robots. Y sufrimos, lo pasamos mal. Y es así y está bien. Pero una depresión va mucho más allá del sufrimiento o de pasarlo mal. Hemos introducido en el lenguaje popular la expresión estar depre y lo relacionamos con un estado de ánimo bajo. Pero estar depre no es sufrir una depresión.

La depresión se considera un trastorno mental, pero afecta en la vida de las personas a todos los niveles: físico, cognitivo, emocional, espiritual, social, etc.

El ejercicio físico, alimentarse bien, tener buenas relaciones sociales y rodearse de personas comprensivas que no te dicen a todas horas: “anímate que no es para tanto”; intentar en la medida de lo posible mantenerse entretenido, salir a pasear a la naturaleza, ayudan a recuperarse de una depresión o a evitar caer en ella. El humor y la psicología positiva ayudan mucho. Hay resultados en investigaciones que relacionan la inteligencia espiritual como un factor protector de la depresión. Por supuesto la práctica de mindfulness dirigida y orientada a la depresión es muy eficaz. Pero incluso siguiendo a rajatabla todas estas recomendaciones, podemos caer en una depresión. Si ya padecemos depresión y con todas estas recomendaciones no salimos adelante, es completamente necesario acudir a un profesional de la salud mental.

 

Qué hacer cuando un familiar cercano tiene depresión

Cuando una persona sufre depresión, las frases de ánimo, más que ayudar, suelen perjudicar.

Por ejemplo: “anímate que eso no es para tanto”, “hay gente que está peor que tú, no te quejes”, “venga sonríe un poquito que haces mala cara”, “tranquilo, ya se te pasará, no hagas caso que eso no es nada”. Y lo peor de todo: “eso está en tu interior, estás así porque quieres”. Y después ya están los de podio y medalla de oro: “estás mal porque dios te está castigando” o “eso es el karma, algo has hecho mal”.

Seguramente esos comentarios no se harán con mala fe, pero no ayudan a superar la depresión. De lo que estoy casi segura es que ninguna de las personas que pronuncia esas frases sabe realmente lo que es una depresión real. Creo que la única forma de entender al 100% una depresión es haberla sufrido.

Así que lo mejor que podemos hacer cuando un familiar o amigo tiene depresión es escucharlo, comprenderlo y entender que la depresión no se elige. Para ayudar a superar una depresión, si no sabemos cómo hacerlo, mejor permanecer callados; explicar que estamos abiertos a ayudar en lo que podamos. Tal vez es buena idea animar a nuestro amigo a ir a terapia psicológica o al médico. Porque las depresiones no se curan con abrazos, aunque es verdad que pueden ayudar mucho.

 

Un caso personal de depresión

Cuando hablo sobre mí en la descripción de esta web, digo brevemente que sé lo que es una depresión. Y lo sé no solo por la teoría de lo que he estudiado en psicopatología y en la carrera de psicología o haber conocido a personas con una depresión real. Sino porque sufrí una depresión bastante grave cuando tenía entre 17 y 19 años. Y ya llevaba practicando meditación mucho tiempo. Por eso he comentado más arriba que incluso practicando mindfulness a diario es posible caer en depresión. Mindfulness es un factor protector para evitar la depresión, pero no es infalible.

Igual que cualquier persona podemos fracturarnos un brazo, cualquier persona en un momento de nuestra vida podemos sufrir depresión.

Caer en una depresión es lo peor que me ha pasado en la vida. Lo peor de todo. Mucho peor que cuando he pensado que he estado a punto de morir en alguna de mis aventuras por montaña; que cuando he dejado una relación de pareja; que cuando ha fallecido alguien cercano o cuando he atravesado malas rachas. Peor que cuando me diagnosticaron problemas de espalda y estuve tiempo sin poder caminar. Mucho peor que cuando he discutido con alguien. Mucho peor que cuando he pasado por etapas o épocas de tristeza por circunstancias diversas. La depresión es mucho peor que todo eso junto.

Sufrir una depresión es pensar que la muerte es la única manera de salir de tanto sufrimiento. Es no comprender el porqué de ese sufrimiento. Sufrir depresión es cuando los malos momentos duran demasiado tiempo, se convierten en perpetuos. No somos capaces de darnos cuenta de que la eternidad no existe, de que todo tiene un fin; solo vemos el fin del sufrimiento en la esperanza de la muerte. La depresión es estar metidos en un agujero negro del que nos sentimos incapaces de salir. Es como tener una roca que nos aplasta y que no logramos arrojar al suelo. Depresión es caminar arrastrándonos porque no podemos hacerlo erguidos; nos sentimos cansados.

Arrastramos los pies porque nuestra alma es un lastre. Nos vamos a dormir cada noche deseando no despertarnos jamás. Cuando estamos envueltos en la depresión no creemos en nuevas oportunidades. No creemos en nada. No somos capaces de sentir placer. Cuando sufrimos una depresión nos sentimos fantasmas de la existencia; la llama de la vida se apaga. Cuando tenía depresión, desapareció la luz en mis meditaciones. Me apagué. Yo era la oscuridad (así me sentía).

Logré superar esa depresión con psicoterapia y mucha fuerza de voluntad.

En mi caso, aunque mi psiquiatra me los recomendó como una buena ayuda a la psicoterapia, rechacé los fármacos. Con los fármacos tal vez la recuperación hubiese sido más rápida, sí.

 

Depresión con final feliz

Los especialistas en salud mental consideran la depresión como uno de los trastornos o enfermedades que causan más dolor e incapacidad del mundo. En ocasiones, la depresión también es una enfermedad mortal (puede causar muerte por suicidio). Y habiéndolo vivido estoy totalmente de acuerdo.

Pero afortunadamente muchas personas nos recuperamos muy bien de la depresión e incluso una vez superada logramos conocernos mucho mejor. Somos más capaces de identificar cuándo algo no va bien en nosotros y ponerle remedio más rápido. Nos hacemos mucho más fuertes y conscientes y logramos abrazar la vida como un milagro único e irrepetible.

Conseguimos hacer de la muerte nuestra mayor inspiradora para disfrutar de la vida y logramos darnos cuenta de que algún día la muerte vendrá a saludarnos y estaremos en paz con nosotros mismos. Nos marcharemos con ella porque nos toca, porque forma parte del ciclo vital natural. Eso es bonito: considerar la muerte como parte de la vida.

En la depresión consideraba la muerte como única salvadora de la horrible desesperación del sufrimiento.

Son dos enfoques muy distintos: pasar de anhelar la muerte para eliminar el dolor a considerarla una inspiradora de vida.

 

Necesidad de visibilizar la depresión

Considero necesario visibilizar la depresión, hablar de ella de forma natural; igual que cuando nos fracturamos el hueso de un brazo. Es necesario que las personas que sufren depresión sepan que no están solas, que no son los únicos que la padecen. Cuando yo sufrí depresión, nadie hablaba de ella. Decir que íbamos al psicólogo o al psiquiatra o que teníamos depresión causaba rechazo en la sociedad. Una persona que sufre depresión ya se siente sola e incomprendida. No necesita que las personas se aparten aun más de su entorno. Es necesario que la sociedad entera comprenda lo que es una depresión. Conocer la depresión es bueno para todos: para quienes la padecen y para quienes no. La comprensión y empatía son necesarias para hacer un mundo mejor.

El texto no da respuesta al título del artículo porque no hay recetas mágicas. Cada depresión y cada persona es un mundo. Lo ideal es acudir a terapia.

Si estás leyendo esto y sufres depresión, deseo que este texto te ayude de alguna manera.

Si estás leyendo esto y tienes un familiar con depresión, deseo que puedas entenderle y ayudarle así un poquito a superar la depresión.

Feliz momento 🙂

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