Los retiros están de moda, pero ¿por qué un retiro de silencio y meditación no es apto para todo el mundo?. Vamos a plantear primero qué puede ocurrir durante diez días seguidos de meditación y silencio absoluto, donde vamos a prescindir del teléfono móvil y de las pantallas (excepto la pantalla del pc si el retiro es online). No atenderemos llamadas telefónicas, mensajería electrónica ni veremos la televisión.

Prescindiremos también, en la medida de lo posible, de la interacción social con otras personas o nos relacionaremos con nuestros compañeros de retiro con el máximo silencio posible (esto nos puede resultar familiar, pues muchos de nosotros lo vivimos durante los meses de marzo y abril de 2020).

Si vivimos en ciudad, vamos a intentar evitar también los ruidos de la calle (ruidos de motores, murmullo del transporte público y otras lindezas que hacen de la ciudad un entorno poco atractivo).

Si vivimos y trabajamos en una solitaria casa en medio del campo, el retiro de silencio y meditación va a ser menos diferente a nuestra vida cotidiana (qué maravilla).

Resumiendo: vamos a estar metiditos en un ambiente de introspección y silencio durante 10 días donde la única interacción va a ser con nosotros mismos. Con nuestros pensamientos, emociones y reacciones.

 

Los beneficios de un retiro de silencio y meditación

Tanto si hacemos el retiro online en el interior de nuestra casa como si lo hacemos en algún lugar habilitado para ello (centros de meditación, centros de retiro, etc.), la misión es la misma: alejarnos del mundanal ruido, de la estresante velocidad y acercarnos a nuestra esencia para conocernos mejor. Y de paso darnos cuenta de que la realidad tiene un enfoque más pausado, calmado y consciente de lo que podríamos llegar a imaginar.

Nuestra realidad en un retiro de silencio y meditación puede llegar a alcanzar una nueva dimensión, dándonos cuenta de que los problemas que nos acompañan a diario tal vez no son tan intensos como creíamos. O tal vez no existen.

En los retiros de silencio y meditación hacemos diferentes tipos de ejercicios para favorecer la concentración y la consciencia del cuerpo, los pensamientos y la respiración. Tenemos unos horarios de meditación concretos, de mañana y tarde, donde la práctica meditativa toma el total protagonismo. Aprendemos a relajarnos también. Y, sobre todo, vamos adquiriendo una sensación de presencia total en la que pasado y futuro pierden fuerza. Aprendemos a vivir el presente de forma plena y a reconocer las emociones y los pensamientos.

Los beneficios, son inmensos. Un retiro de 10 días de silencio y meditación ya es algo que podemos considerar “una gran experiencia”. No nos vamos a poner de repente a la altura de los que llevan años meditando, mejor comenzar poco a poco.

 

Si todo es tan bueno, ¿por qué un retiro de silencio y meditación no es apto para todo el mundo?

Algunas personas no se sienten cómodas en silencio. Les aterra el silencio.

El silencio nos acerca a lo más profundo de nosotros mismos. Y darnos cuenta de ese lado tan profundo de nosotros mismos nos puede dar miedo. O peor: puede no gustarnos aquello que vemos.

Estamos acostumbrados a recibir estímulos por todas partes. Sobre todo estímulos sonoros y visuales. Si cortamos esos estímulos, tal vez algunas personas en lugar de relajarse y tranquilizarse, se estresan más todavía: necesitan como una droga su dosis de “ruido sonoro y ruido visual” para sentirse vivas.

Y durante los ejercicios de meditación, como ya comenté en otro post que titulé “sensaciones durante la meditación”, podemos llegar a sentir que esa realidad a la que nos sentimos tan apegados se nos distorsiona un poquito. Hay algunas personas que simplemente no disfrutan de algunas sensaciones que la meditación les puede provocar. El motivo muchas veces es querer controlarlo todo. Y las sensaciones que simplemente a veces ocurren, pueden no resultar satisfactorias si creemos que perdemos el control de nuestra realidad tal y como la concebimos habitualmente. Pero la realidad de la frecuencia meditativa es diferente a la realidad de la frecuencia de vigilia.

Los retiros de meditación tampoco son para aquellas personas que utilizan la meditación como una estrategia para evadirse de la vida y no afrontarla con presencia y atención (lo que llamamos el bypass espiritual: puedes leer un artículo al respecto aquí).

Y por último, las personas que tienen trastornos del tipo psicótico, no deberían participar en retiros largos de meditación porque pueden llegar a desestabilizarse o empeorar su trastorno. En este caso los retiros están contraindicados.

En ningún caso hay que confundir un retiro de silencio y meditación con una terapia psicológica. Son cosas muy diferentes.

En cualquier caso, si estás participando en algún retiro de silencio y meditación y no te sientes cómodo, comunícaselo a tu instructor/maestro/guía y te dirá qué hacer. En ningún caso te sientas forzado a continuar con el retiro si no te apetece.

El retiro de silencio y meditación tiene que ser una experiencia satisfactoria y de crecimiento personal y espiritual. En ningún caso debería ser motivo de malestar o de empeoramiento del estado inicial.

 

Efectos secundarios de un retiro de silencio y meditación

Ya hemos hablado de las bondades de un retiro de 10 días de silencio y meditación. Ya hemos visto por qué no es apto para todo el mundo. Pero aún hay más: al terminar el retiro de silencio y meditación, volvemos a la vida cotidiana con mayor sensibilidad porque nuestros sentidos se han afinado, nuestra mente se ha calmado y nos hemos acostumbrados a esa paz y tranquilidad tan grandes.

Entonces salir de nuevo al ruido del tráfico, a las prisas del trabajo y a la velocidad de internet nos puede llegar a causar algo de angustia y ansiedad. ¿Qué hacer entonces?

Tomemos el aprendizaje del retiro de silencio y meditación como una referencia sana e intentemos acercar nuestra vida cotidiana a esa velocidad pausada, a ese silencio y a esa plenitud lo máximo posible.

Podemos aprovechar esa sensación para preguntarnos si realmente la vida cotidiana que llevamos es la que queremos o podemos mejorar nuestro bienestar diario introduciendo algunos cambios en nuesta rutina.

Es algo muy similar a cuando estás un mes entero caminando a tu ritmo, haciendo un Camino de Santiago en soledad o poca compañía y de repente vuelves a casa y al trabajo… existe el Síndrome Post Camino y puede existir el Síndrome Post Retiro.

Ya has visto por qué un retiro de silencio y meditación no es apto para todo el mundo. No se puede vender como la panacea.

Tómalo con calma y recuerda que de nada sirve un retiro de silencio y meditación si no sigues practicando a diario en tu vida cotidiana. 

Feliz momento

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