¿Fantasmas, duendes, hadas, energías, presencias, espíritus, meigas…? ¿O todo producto de nuestra imaginación? Sea lo que sea, muchos son los peregrinos que aseguran (yo también y soy agnóstica) que en el Camino de Santiago hay algo que se escapa de lo racional. Presencias fantasmagóricas tal vez…
¿Meigas, energías, espíritus en el camino de Santiago? ¿O todo producto de nuestra imaginación?
Camino de Invierno. Nogueiras. Presencias fantasmagóricas que nos invitan a quedarnos.
De repente me ha venido a la memoria un lugar del Camino de Santiago de Invierno llamado Nogueiras. Es una aldea abandonada. Al parecer poca gente que pasa por ahí queda indiferente… a algunos les genera inseguridad o miedo y a otros calma o buenrollismo. Es uno de esos lugares que, independientemente de las creencias que tengamos o incluso siendo ateos o agnósticos, casi todos sentimos “algo”. Presencias fantasmagóricas en un camino de santiago precioso. Espíritus. No lo sé.
Para mí es un lugar que invita a quedarse. Es como si alguien o algo me ofreciera una taza de té para que me quedara allí un rato haciendo compañía. En realidad fue un lugar que me atrapó… no diría “literalmente” porque no había nadie, pero sí como si una fuerza invisible quisiera que me quedara allí. Otros peregrinos aseguran que han salido casi corriendo de ese lugar porque notaban algo que les daba mal rollo. Es curioso. Sea como sea, muchos de nosotros, sentimos “algo”.

Olveiroa – Negreira
En otra ocasión, regresando andando desde Olveiroa hacia Negreira ya por la tarde, al caer el sol… cuando a mi compañero le flojeaban mucho las fuerzas y empezaba a decir que no sabía si iba a poder llegar, su teléfono móvil que estaba en el bolsillo apagado y aparentemente sin batería, se encendió solo y comenzó a sonar justo su canción favorita… bueno, no os podéis imaginar nuestras caras de asombro. Cosas de esas inexplicables. Presencias fantasmagóricas en el Camino de Santiago o más bien diría yo… espíritus que encienden la música para animar.
Camino Baztanés
En el Camino Baztanés, en otoño, todo repleto de setas… los tres peregrinos que andábamos por allí coincidíamos en que seguro algo nos estaba observando. Era algo que percibíamos como bueno, eso sí. Ahí coincidimos los tres con la misma sensación. Era como si algo o alguien nos estuviese acompañando toda la etapa desde que entramos en el bosque… curioso también. Bromeábamos diciendo que serían los espíritus buenos del bosque… tal vez lo eran. En este caso las presencias fantasmagóricas en este precioso camino que enlazando al norte o al sur también llega a Santiago, eran muy agradables.
Albert de la peregrina Stella
Y esto enlaza en mi pensamiento con un relato que he leído varias veces y me encanta, de la peregrina Stella y su fantasma preferido: Albert. Y otras historias de otros peregrinos que han visto, percibido o interactuado con personas, entes, espíritus… incluso tal vez con duendes y hadas del Camino. Las presencias fantasmagóricas en el Camino de Santiago son habituales.
Cementerios
A mí personalmente me gustan los cementerios. También los cementerios del Camino, sobre todo si son pequeñitos y están rodeados de árboles. Para mí son lugares de calma, de paz, de descanso. Me proporcionan bienestar. Tal vez a otras personas les genere malestar. Supongo que dependerá de las asociaciones mentales que hagamos cada uno a un lugar determinado.
Cerca de Mondoñedo en el Camino del Norte
Recuerdo también que una vez, en el Camino del Norte (no recuerdo la etapa exacta, pero fue en algún lugar rural no demasiado lejano a Mondoñedo) en un día muy lluvioso y nublado, de repente se nos apareció en medio del camino entre la niebla una mujer vestida de negro con un delantal y una cara muy pálida que parecía de cera; no llevaba paraguas pero parecía que las gotas de lluvia no le mojaban la cara. Nos pidió un cigarro… (le dijimos que no fumábamos) y tal como apareció, desapareció sin dejar rastro… y sin decir nada más. Fue algo muy raro, como si esa persona no fuera de carne y hueso. Mi compañero y yo tuvimos que preguntarnos si habíamos visto y sentido lo mismo para asegurarnos de que no eran imaginaciones.
Albergue de Coca en el Camino de Madrid
En el albergue de Coca (Camino de Madrid), un lugar que hace muchos años era la casa de los maestros, un lugar donde hacía un frío tremendo… un lugar que destaca por la grandísima amabilidad de su hospitalera que nos dio las llaves y nos enseñó la “casita” y después se marchó. Pues en ese albergue, algunos aseguran que hay presencias. Dormimos 3 peregrinos esa noche en el albergue. Mis dos compañeros aseguraban que la figurita en forma de payaso que había en la estantería de las escaleras les daba miedo, que les miraba.
Cada vez que subían o bajaban las escaleras maldecían al payaso. No querían quedarse solos en el albergue… solo nos separábamos para ir al wc de uno en uno. A mí me daba la risa. A ellos no les hacía ninguna gracia.
Dormimos los tres juntos en una de las habitaciones. Ellos durmieron con un ojo abierto… decían que oían crujir la casa toda la noche (es normal, es una casa muy vieja) y que creían oír pasos (eso ya no es tan normal). Yo dormí a pierna suelta toda la noche. No oí nada. Eso sí: con el plumas puesto porque allí hacía un frío de morir.
Lo cierto es que los tres, cuando salimos del albergue al día siguiente, respiramos más tranquilos… yo también. Personalmente yo sentí que hacía más calor y menos humedad fuera del albergue que dentro (y eso que en la calle estaríamos a algún grado bajo cero). A mis compañeros les volvió al color a la cara. Realmente ese lugar les daba mal rollo.
Recomiendo a cualquier peregrino que haga el Camino de Madrid en invierno, que se aloje en ese albergue. Su hospitalera es maravillosa. Y la experiencia puede ser buena.

Camino de Uclés
En el Camino de Uclés, durmiendo en el monasterio… una paz y calma infinita lo convirtió en una de las experiencias más bonitas de todos los caminos. Yo no sentí presencias extrañas por ningún lugar, aunque alguien nos dijo que si veíamos alguna presencia por la noche no nos preocupáramos… y después matizó: “bueno, dependiendo de qué tipo de presencia…”
¿Sensaciones subjetivas compartidas, magia, imaginación?
Muchas otras sensaciones diferentes se han ido sucediendo en diferentes momentos de diferentes caminos. La lista podría llegar a ser demasiado larga. Son cosas de esas que no podemos explicar racionalmente. Tal vez sean producto de nuestra imaginación… lo curioso es que suceda también cuando vamos con otras personas y entonces es algo compartido. Tal vez sean engaños producidos por nuestros sentidos que nuestro cerebro interpreta de cierta forma concreta. Tal vez por nuestra actitud de apertura mental a todo lo que sucede en el Camino, nos hace más receptivos y percibimos cosas que no somos capaces de percibir en otros contextos. Tal vez sean energías o entes que viven entre nosotros y que les encante el Camino de Santiago. Tal vez no sea nada de todo eso.
Y si nos queremos poner a contar las sincronicidades, causalidades o casualidades extrañas que ocurren en el Camino… daría para varios post.
En todo caso, sea lo que sea (o lo que no sea), son cosas que ocurren para las que no tenemos explicación. Ocurren incluso siendo radicalmente agnóstico, como yo.

En mi canal de youtube El Clímax del Caminante puedes ver imágenes de mis Caminos de Santiago.
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