Un poquito de aquí y un poquito de allí para escribir este artículo. ¿Qué ocurre en el cerebro durante el enamoramiento? ¿Qué sentimos? ¿Por qué tenemos celos? ¿Existe la relación ideal? ¿Existe el amor eterno?

 

Neurobiología del enamoramiento

¿Qué ocurre en el cerebro durante el enamoramiento? Oxitocina, serotonina, dopamina, vasopresina y norepinefrina… andrógenos y estrógenos dándolo todo… y ciertas zonas cerebrales como la amígdala o el hipotálamo, etc… Qué perfecto es nuestro sistema biológico que trabaja en armonía para hacernos funcionar (mejor o peor dependiendo de los casos jajajja).

Cuando el proceso de enamoramiento está en marcha aumentan la dopamina (se encarga de la motivación – es el neurotransmisor del movimiento, el que hace que levantemos el culo de la silla para conseguir algo-) y la norepinefrina (la encargada de hiperactivarnos, por eso podemos sentirnos nerviosos, con falta de apetito o con mariposas en el estómago) y disminuye la serotonina (la disminución de serotonina parece estar implicada en los pensamientos obsesivos, por eso estamos continuamente pensando en esa persona sin poder quitárnosla de la cabeza… ¿si no eras antes una persona obsesiva por qué lo eres ahora? No es que seas obsesiva, solo te estás enamorando).

La oxitocina y vasopresina aumentan durante el orgasmo e intervienen en el apego y si la relación sexual ha sido satisfactoria para ambos… ¡wualaaaaaaaaa! Quedamos más “enganchados” todavía. ¡Para repetir!

Ostrassssss ¿y si la primera relación sexual no ha sido satisfactoria qué hacemos? ¿La oxitocina y vasopresiona nos abandonarán para siempre? ¡No! ¡No pasa nada!

Todavía no os conocéis a nivel sexual. No sabes qué le gusta a la otra persona ni la otra persona sabe qué te gusta a ti. Dependiendo además de cada persona con la que estés, o de cada momento, puede gustarte hacer una cosa u otra.

Por eso es tan fundamental la comunicación en las relaciones sexuales. Sí, sobre todo al principio, cuando no conoces a tu pareja sexual, pues le preguntas. Tan fácil y simple como eso.

COMUNICACIÓN. Más allá de lo que ocurra a nivel biológico, sin una buena comunicación sexual y emocional, la relación no va a funcionar ni a medio plazo.

 

Sentimientos durante el enamoramiento

¿Qué sentimos durante el enamoramiento? Sentimientos de alegría, incertidumbre, deseo, apego a eso que siento, ensoñaciones mágicas que me hacen trascender, intentar saber qué siente el otro, desear ser correspondida, arrepentirme de algunas conductas provocadas por el miedo o los nervios que me hacían sentirme torpe. Deseo de darlo todo, de regalar mi alma con todas las consecuencias. Tener miedo a sufrir, pero asumir que es algo que puede ocurrir. Porque cuando uno se enamora, llegan los miedos… sobre todo los miedos a no ser correspondido.

¿Te suenan de algo estos sentimientos?

Tener la sensación de que la otra persona está sumida en otra frecuencia muy diferente a la mía. Que tiene otras cosas en la cabeza que nada tienen que ver conmigo y además no sé qué tiene en su corazón.

Ilusión e incertidumbre, como una adolescente cuando se enamora por primera vez y no sabe lo que siente el otro.

Es la chispa infantil de la ilusión que puede cambiar de forma, pero en esencia permanece imperturbable a lo largo de todo el ciclo vital.

En el fondo, cuando nos enamoramos, seguimos siendo niños aunque nos salgan canas en el pelo, aunque se arrugue un poco la piel. Da igual que tengamos 13 años o 31 o 61. La llama esencial que se enciende cada vez que nos enamoramos sanamente, permanece inmutable a lo largo del tiempo.

 

Los celos

¿Por qué tenemos celos? Los celos son miedo. Son una respuesta emocional por temor, entre otras cosas, a perder al otro. Y no, no es normal sentir celos, y menos si son enfermizos. Existe todavía un mito que dice que si no se tienen celos es que no se ama. No es cierto.

El temor a perder al otro implica falta de confianza por algún motivo. Falta de confianza en uno mismo o falta de confianza en la pareja. ¿Qué hacer? Lo mismo de siempre: comunicación sincera y tranquila desde el cariño y el respeto.

¿Y cuándo la comunicación no es posible? Entonces hay un problema. Si no nos comunicamos bien, hacemos inferencias erróneas. Y liamos y agrandamos el problema cada vez más.

Si la relación es sana, con buena comunicación y confianza plena, no se tiene por qué sentir celos.

Haz una revisión de las relaciones que has tenido en tu vida. A cómo te has sentido. Si has sentido celos o no. Y en caso afirmativo, pregúntate por qué. Puede ser porque tu pareja no te daba la confianza que tú necesitabas, porque la relación no era sincera o porque tú tenías miedos provocados por tu falta de confianza.

Y por supuesto, en el último caso, habría que ver de dónde viene esa falta de confianza. Puede venir de la infancia, de los tipos de apego o de crianza que se hayan tenido o puede venir por las circunstancias de la relación actual o por otros motivos. No podemos simplificar cuando se trata de relaciones humanas, porque somos muy complejos.

 

Una relación ideal de cuento de hadas

Lo siento, no existe. Porque no estamos hechos de dibujos animados. Somos de carne y hueso. Seres humanos imperfectos desde que nacemos hasta que morimos. Así que olvídate de los cuentos de hadas, aquellos que nos mentían en la infancia y nos metían una idea errónea del amor.

Así que la relación ideal para cada persona será diferente. Para unos será aquella relación en la que no se discute y para otros será la relación esa en la que surgen conflictos y se solucionan con comunicación. Pero hay tantas relaciones ideales como personas.

 

Amor eterno

Pero os cuento un secreto que nada tiene que ver con cuentos de hadas, sino con la vida real: el amor eterno sí que existe; aunque cambie de forma con el tiempo. El amor eterno hay que trabajarlo durante toda la vida y solo es posible que se convierta en eterno cuando ese amor fue de verdad. Amor sincero, amor del bueno.

En esta publicación de facebook lo describí a mi manera. Lo copio y pego aquí:

Unos minutos de charla, una infusión, el recuerdo de un aroma y una mirada sincera. Los momentos eternos a veces duran solo un instante.

Compartir tan solo unos momentos con alguien que fue muy especial y que hace años que no ves, es como volver a casa. Es como quitarle el tapón a una botella de After Shock de canela y respirar con calma su aroma mientras te dejas embriagar por los recuerdos que te evoca. 🥰

El olfato es un sentido realmente asombroso, primario, emocional, mágico.

Es neuropsicología, sí. El olfato está conectado a una zona del cerebro relacionada con el sistema límbico y hace una alianza indestructible con las emociones y la memoria. Y es entonces cuando se produce la magia. 🧠❤

Tiempos rebosantes de pasión y alegría, de emoción y aventura.  Y ese aroma me lleva a Ibiza. A las risas. A la complicidad y a la plenitud. 🧘

Y cuando le cuento emocionada mi “ritual del aroma”, se le inundan los ojos. Entonces es más bonito todavía, porque esa nostalgia todavía hoy es compartida.

Y hacemos brillar una cápsula del tiempo y buceamos en ella por unos instantes.

Qué bonito es el amor cuando fue de verdad. Sí que existe el amor eterno.

❤️EL AMOR ETERNO ES UNA EMPATÍA SIN LÍMITES QUE TRASPASA LAS FRONTERAS DEL ESPACIO Y DEL TIEMPO.

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